Peregrinación en Israel
revive la historia sagrada
explorando su tierra
circuito n ° 1
Desde el monte Hermón hasta el mar Muerto
Esta peregrinación comienza en el norte del país sobre el Mediterráneo con el profeta Elías (Monte Carmelo), en la época de los grandes reyes de Israel (Meggido). Pasamos varios días en la " Galilea de las Naciones ", entre el Monte Hermón con las fuentes del Jordán (Banyas, Nimrod) y Nazaret. Recorremos y cruzamos el lago Tiberíades (Capernaum, Magdala y el Monte de las Bienaventuranzas) antes de regresar al centro del país, en Samaria (Monte Garizim y Nablus). Más al sur (Desierto de Judea), pasamos por Jericó (Monte de las Tentaciones) antes de llegar al Mar Muerto (Qumrán). Finalmente, después de orar en Ein Kerem y Belén, llegamos a Jerusalén , la ciudad santa.
circuito n ° 2
desde el desierto del Neguev hasta Galilea
Esta peregrinación comienza en el sur del país, en el desierto del Negev, con nuestro padre en la fe, Abraham (Beer-Sheva). Como la gente en éxodo, cruzamos una antigua ciudad cananea (Arad) mientras tomamos las rutas de las caravanas del incienso, bordadas de ciudades nabateas (Avdat). Luego llegamos al borde del Mar Muerto (Masada, Ein Gedi y Qumran). Continuamos por el norte del país, en Galilea , pasando por el monte Tabor, luego Nazaret y Caná. Después de haber recorrido el lago de Tiberíades (Capernaum, Magdala, Monte de las Bienaventuranzas), regresamos a Judea (Ein Karem, Belén). Luego, finalmente llegamos a Jerusalén , la ciudad santa.
Prepara tu peregrinación
Testimonios
En un excelente clima de fraternidad y oración, esta peregrinación fue un verdadero momento de renovación. Paseos, visitas, enseñanzas, oraciones, misa diaria, testimonios, todo fue de muy buena calidad, sin contar comidas y hoteles ... Descubrir los textos de la Biblia (Antiguo como Nuevo Testamento) con una persona apasionada solo puede '' fomenta una mirada más cercana a los textos sagrados.
Nuestro grupo de peregrinos tras las huellas de Cristo en cada lugar que atravesamos creció en amistad y compartiendo a lo largo de las enseñanzas bíblicas que nos permitieron ponernos en el ambiente donde vivió Cristo, su familia y sus amigos. La oración personal y el tiempo para compartir en grupos pequeños me llevaron a través del estudio de la Tierra de Israel y me llenaron de gran paz. Los testimonios de los habitantes reunidos fueron momentos muy fuertes de unión con los sufrimientos de este país dividido.
Esta segunda peregrinación que hice fue tan intensa como la primera vez para descubrir la tierra de Jesús y lo que viven sus habitantes. Los paseos, los momentos de compartir y de oración me han ayudado a entrar más íntimamente en la relación con el Señor. El ambiente entre los peregrinos es siempre muy fraterno y eso nos da aliento para afrontar la realidad de cada día.